RESIDENCIA EXISTIMOS 2021
ESTALLIDXS
Estallidxs. Existimos, residencia en narrativa de género está dirigida a mujeres y personas que se identifiquen con el género femenino con un nivel fotográfico básico, intermedio o avanzado que desarrollen proyectos relacionados al género e identidad.
Dado el panorama incierto por la actual pandemia por la Covid - 19, la residencia se desarrollará de manera on-line.
“Lo que nos une no es lo físico, ni lo virtual, sino la esencia de nuestras luchas”.
Creemos profundamente que, pese a la pandemia y las nuevas normas de distanciamiento social, lo que nos une es la lucha, la conquista y la libertad soberana de nuestras cuerpas. Y esta lucha no reconoce límites espaciales, habita en cada una de nosotras, recorre nuestras venas y explota en nuestros corazones.
Desde siempre las imágenes han habitado espacios discursivos desde los cuales van moldeando imaginarios colectivos, históricos y económicos. Se configuran en las superficies que tocamos con la mirada, son cuerpos sutiles, latentes. No viven aisladas, echan raíces o migran, se conectan con otras y crean revoluciones.
Las imágenes de estos tiempos son la sangre que brota como el flujo piroclástico de un volcán. Son imágenes estallidas de las disidencias sociales que han decidido transgredir una narrativa establecida desde la conquista del espacio común como una topología latente de nuevas reconfiguraciones, de nuevas narrativas posibles y urgentes.
Existimos en tanto que resistimos, desde el espacio confinado o el público, y esa condición de resistencia es la que convierte nuestras miradas en el combustible que alimenta nuestra lucha.
ESTALLIDXS
Estallidxs. Existimos, residencia en narrativa de género está dirigida a mujeres y personas que se identifiquen con el género femenino con un nivel fotográfico básico, intermedio o avanzado que desarrollen proyectos relacionados al género e identidad.
Dado el panorama incierto por la actual pandemia por la Covid - 19, la residencia se desarrollará de manera on-line.
“Lo que nos une no es lo físico, ni lo virtual, sino la esencia de nuestras luchas”.
Creemos profundamente que, pese a la pandemia y las nuevas normas de distanciamiento social, lo que nos une es la lucha, la conquista y la libertad soberana de nuestras cuerpas. Y esta lucha no reconoce límites espaciales, habita en cada una de nosotras, recorre nuestras venas y explota en nuestros corazones.
Desde siempre las imágenes han habitado espacios discursivos desde los cuales van moldeando imaginarios colectivos, históricos y económicos. Se configuran en las superficies que tocamos con la mirada, son cuerpos sutiles, latentes. No viven aisladas, echan raíces o migran, se conectan con otras y crean revoluciones.
Las imágenes de estos tiempos son la sangre que brota como el flujo piroclástico de un volcán. Son imágenes estallidas de las disidencias sociales que han decidido transgredir una narrativa establecida desde la conquista del espacio común como una topología latente de nuevas reconfiguraciones, de nuevas narrativas posibles y urgentes.
Existimos en tanto que resistimos, desde el espacio confinado o el público, y esa condición de resistencia es la que convierte nuestras miradas en el combustible que alimenta nuestra lucha.